July 6, 2008

Maclovia

Hace casi tres años llegó Maclovia a mi vida. La muy mona apareció en manos de mi amiga Karlita con un moño rojo amarrado a su casa. Fue amor a primera vista, ambas lo sabemos. A partir de esa fecha, todos los viernes Maclovia sabe que le toca baño y que los sábados, si el clima lo permite, salimos a tomar un baño de sol. Durante el ritual de fin de semana yo le cuento sobre mis días en el trabajo y todo aquello que pasa por mi cabeza. A pesar de sus no-palabras, yo sé que me escucha porque sus hojas brillan y se estiran en dirección al sol. Estoy segura que es la manera en que abraza y recibe mis cuidados; yo le respondo acariciando su tronco con la yema de los dedos y colocándola en el lugar que más le gusta.
Maclovia tiene sus cosas no tan agradables porque peca de sincera y –bien dicen por ahí- la verdad duele. Tiene en una de sus raíces el sexto sentido como para reconocer mi estado de ánimo y, además, echármelo en cara. Me he dado cuenta que sus hojas se empiezan a poner amarillas cuando estoy triste o desanimada; hay días en que amanece toda cabizbaja y es porque yo estoy estresada… Obviamente reacciona también a los días en que la sonrisa se me sale de la cara porque toma más agua y no necesito quitarle el polvo que le cae: ella solita se sacude.
Con el paso del tiempo su maceta original dio señales de estar empequeñeciendo. Busqué varios lugares, pero ninguna casita me gustó para Maclovia. Decidí esperarme un poco para encontrar el hogar ideal... y sucedió. Entre los brincos que doy por el mundo blogguero encontré a Prindorns. No dudé en contactarla para preguntar si podía hacerme una casita nueva para Maclovia e inmediatamente me respondió que sí. Esta mujer conocida como Dorn es una verdadera artista y se comprometió con el proyecto para mi adorada planta. A pesar de nunca haber dudado de sus habilidades artísticas, debo admitir que me sorprendió el trabajo que hizo, quedé fascinada!! De haber elegido una maceta cualquiera, ahora tengo en mis manos una obra de arte para Maclovia.
Pero aquí no termina la cosa, oh no! Hace un rato hice la mudanza oficial de maceta con muebles nuevos (entiéndase tierra) y caí en cuenta que, como siempre, la planta y yo nos espejeamos la realidad: yo también estoy en temporada de cambios. Todo aquello que pedí a principios de año se está cumpliendo. Estoy agradecida con la vida porque me está enviando señales muy claras que me reafirman el camino por donde voy así como las grandes amistades que tengo. Todo reverdece a mi alrededor y me alegra tanto que lloro cuando lo pienso. A mis casi 27 años tengo debajo del brazo un par de oportunidades que soñé desde que tenía cuatro o cinco años.
Yo sé que el cambio empezó debajo de mis pies y que continuará entre macetas llenas de alegría y enseñanzas. Lo que me toca hacer a partir de este momento es exactamente lo que Maclovia hace todos los días: crecer

5 comments:

♪ Lalala said...

Una super maceta! que lástima que estoy tan lejos...
A partir de ahora van a poder crecer mucho mejor...

las dos.

caracol said...

me encantó la maceta! y cómo no pusiste que YO te aconsejé que la cambiaras de casa porque ya no cabía!!! pffff OCEa :P

Nomás Dorn y sus macetas, y yo que?

esos cambios, esos cambios, todo para bien, todo para mejor!

Ceteris Paribus said...

Antes conocida: aunque estés lejos, te pueden enviar estas macetas y créeme que valen la pena. Y si, creceremos mucho las dos!!!

Caracol: Lo siento de verdad. Aqui anuncio al mundo que tú me diste el consejo de cambiarla de maceta, PERO debo decirte, también, que seguí tus consejos sobre la tierra y el día en que debía cambiarla (que estuviera estresada) para que se adapte mejor a su nueva casa.
Gracias, gracias miles!!

Dorn said...

que es lo que quiere la reina? que va a querer la princesa? :D

♪ Lalala said...

Maclovia diosa total!