October 31, 2012

Sin destinatario

Lo que me encontré en un cuaderno viejo. 
Creo que lo escribí por estas fechas... hace 4 años. 


Sé que no leerás esta carta porque sé que te hará desaparecer. Y no quiero que te vayas. No quiero perderte. Pero hoy decido sacarte de mi corazón, de ese lugar que no te enteras que tienes reservado desde hace cuatro años... He contado cuarenta y ocho meses de contemplación, de un amor sonoro que sólo yo escucho. Me culpo por amarte y no gano nada. Quién gana en estas cosas del amor? Tal vez he perdido mi tiempo o me he esforzado demasiado. Hoy decido desterrarte de mi espacio, de mi corazón. Aventaré por la ventana las promesas que no hicimos, le quitaré el gancho a los planes de viaje que tenía contigo y los meteré en una maleta. Guardaré en una caja mis noches de insomnio y la sellaré con la cinta que me tiene atada a un futuro imposible. Hazte cargo de eso. Le diré al camión de la basura que se lleve el sillón donde platicamos y que haga con él lo que quiera. No me importa más nada. No quiero ver nada tuyo alrededor. Le diré a mi coche que tiene prohibido girar a la izquierda antes del semáforo porque seguramente no podré escapar de ese callejón sin salida. 
Prefiero que te vayas en silencio. Prefiero despedirte con una ceremonia llena de flores tristes y música de otoño. Pero no desaparezcas. Una mudanza emocional es más compleja porque no hay nada que tirar ni otro lugar a dónde ir. Ojalá tuviera tu ropa para desgarrarla con el llanto o tus libros para arrancarles las hojas. No tengo nada tuyo más que un corazón sin ojos. Hasta ahora lo comprendo.
Tal vez sería más fácil desterrarte si me hubieras rechazado, pero es que tampoco lo intenté. Nunca pasó nada entre nosotras y sin embargo siento que se me va la vida en este caos. No hubo promesas ni juramos nada. No ha pasado nada.
Continuaré con la mudanza sin rumbo hasta que se me vayan cayendo las cosas por el camino y llegue el momento en que no haya nada más que cargar. Cuando llegue ese momento prometo confesarte todo y decirte que sufrí mucho el desamor. Te contaré que te perdí sin haberte tenido y te mostraré mis hermosas cicatrices como un logro por haberte trascendido. Y quiero que te duela, que te duela enterarte que te desterré mucho tiempo atrás, pero también quiero que me sigas queriendo y que sigas pensando que tenemos una oportunidad en la próxima vida. Quizá en ese momento, cuando vuelvas a aparecer con suéter blanco una tarde de octubre, tengas el valor de mirarme y reconstruir esta historia que nunca ha terminado de empezar.
Interminablemente,
Gabriela

October 29, 2012

De votos

Prometo que no será fácil. Prometo que habrá discusiones, enojos, desacuerdos; pero también prometo que habrá reconciliaciones. Prometo un hogar que no siempre podrá mantenerse limpio y unas puertas que rechinarán con el paso del tiempo. Prometo que mis cajones estarán desordenados y prometo prolongar la desidia hasta que no encuentre los calcetines. Prometo no siempre despertar con el mejor humor y prometo que se me olvidará pagar el teléfono en algún momento. Prometo hacer ruido por las mañanas, prometo levantar la ceja cuando no haya mayonesa o cuando el bote de café esté vacío. Prometo que no será fácil. 
Prometo hacerme de la vista gorda para sacar la basura y para lavar la ropa. Prometo que no compraré el detergente más barato, prometo que no sabré cuánto cuesta la caja de cereal. Prometo que estaré tentada a gastar más de lo que podamos y prometo que haré caso cuando me digas que no nos alcanza. Prometo entrar con los tenis sucios a la casa, prometo hacerme un lío en la cabeza si estoy estresada. Prometo que llegaré de viaje cansada y con la energía tan baja que apenas podré darte un beso de buenas noches. Prometo que no será fácil.
Prometo momentos de aburrimiento, prometo cotidianidad, prometo que a veces no tendré ganas de nada. Prometo interrumpir mientras trabajas, prometo estar chipil al menos una vez al mes, prometo hacer corajes, prometo perder la paciencia. Prometo el deseo incontenible de ordenar todo a mi gusto, prometo que haré gestos cuando prendas un incienso, prometo no decir nada si decides aplicar sugerencias del feng shui. Prometo que no será fácil.
Prometo hacerte feliz. Prometo que miraré de reojo tu escote, prometo tomarte de la mano para cruzar la calle, prometo hacerte sonreír. Prometo fines de semana bajo las sábanas, prometo recordar nuestro aniversario, prometo ahorrar para nuestras vacaciones, prometo acariciar tu espalda por las noches. Prometo amarte.
Prometo estar a tu lado cuando las arrugas comiencen a cubrir nuestra cara, prometo compartir la frustración cuando aparezcan las canas. Prometo buscar tu mano cuando vayamos en el coche, prometo ser tu mejor crítica y tu mejor apoyo todos los días. Prometo decir que te amo con la mirada, prometo alimentar la pasión, prometo hacerte un lunch cuando salgas a trabajar. Prometo cinco minutos más de apapachos antes de levantarme, prometo hacerte una cena especial, prometo contarte cuentos al oído. Prometo envejecer a tu lado.
Prometo un futuro lleno de planes, prometo cuidar nuestra estabilidad, prometo cuidar tus sentimientos y llenar tu vida de salud. Prometo fortaleza emocional, prometo respetar tus decisiones, prometo incentivar tu libertad, prometo mi total admiración a tu esfuerzo todos los días.  Prometo cuidarte.
Prometo reír a carcajadas, prometo dedicarte más canciones, prometo compartir tu mundo y tus sueños, prometo ser tu mejor amiga, prometo ser una mejor persona para ti. 
Prometo ser la mujer que te ame todos los días de tu vida.

En modo Proust

"El deseo nos fuerza a amar lo que nos hará sufrir"

He caminado hacia adelante con pasos firmes y de forma resuelta.
Hoy no tiene por qué ser diferente.