No me gusta el agua de horchata ni ensuciarme las manos. No me gusta llegar tarde ni el ruido de los microbuses. No me gustan las aglomeraciones ni pasearme junto a los puestos ambulantes. No me gusta la música ranchera ni José-José; tampoco me gusta comer parada. No me gustan los lugares sucios ni lavar la ropa. No me gusta un hombre con pulseras ni cadenitas, no me gusta el olor a pescado ni me gustan los camarones. No me gusta tener deudas ni la gente falsa. No me gusta la informalidad ni las ratas (humanas o animales); no me gusta desmañanarme ni encontrar cabellos en el lavabo. No me gusta la gente sin sentido del humor ni sentirme perdida. No me gusta ir al ginecólogo ni que me obliguen a hacer algo. No me gustan los funerales ni los enfermos, tampoco me gusta la nata ni el atole. No me gusta el tráfico ni los cigarros ultra-light, no me gusta comer sola ni pasarme un domingo trabajando. No me gusta recibir un mal servicio ni ser conformista. No la burocracia ni tampoco las cosas mal hechas. No me gustan los aretes largos, que las vacaciones se pasen rápido ni revisar mi estado financiero. No me gusta pelear ni que me dejen hablando sola. No me gusta la barbacoa ni descubrir que está sin planchar la blusa que quiero usar. No me gusta no soñar ni lastimar los sentimientos de alguien. No me gustan mis cambios hormonales y mucho menos no poderlos controlar. No me gustan mi necedad ni pensar tanto en el futuro. No me gusta llegar al final de un libro ni la foto de mi licencia; no me gustan los niños malcriados. No me gusta desempacar, no me gusta la injusticia ni tampoco me gusta estancarme. No me gusta que mi coche esté sucio ni que personas cercanas a mí pasen por malos ratos. No me gusta quedarme callada. No me gustan los zapatos sin tacón ni usar tenis; no me gusta la gente tacaña ni tomar decisiones recién despierta. No me gustan los chocolates rellenos ni el hígado –en ninguna presentación. No me gusta donar al Teletón ni las sillas chaparras. No me gusta la contabilidad ni la hipocresía. No me gusta encontrar mi cama sin tender ni salir de casa sin bañar. No me gustan los perfumes con gran olor a flores ni los camotes. No me gusta salir tarde del trabajo ni subirme al coche y notar que casi no trae gasolina. No me gusta el olor a humedad, no me gusta dar propinas. No me gusta emborracharme ni despertar con cruda moral. No me gusta la sensación de que algo importante se me olvidó; no me gustan las plumas Bic. No me gustan los wanna-be y menos los wanna-be-fresas; no me gusta sentirme sola ni estar triste. No me gustan los dulces de coco. No me gusta leer instructivos ni hacer simulacros; no me gustan los quesos fuertes ni el Bacardi. No me gusta estar ansiosa ni tener mis cajones en desorden. No me gusta la gente que no sabe abrazar ni sentirme limitada. No me gusta caminar rápido. No me gusta sentirme vulnerable. No me gustan mis arrugas de la frente. No me gusta fumar a solas ni que me cuelguen el teléfono. No me gusta la traición.
December 14, 2007
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2 comments:
A mí me gustó tu post! jajaja!
ahora toca decir las cosas que te gustan...
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