Porque desde aquella lejana, lejanísima primera vez que nos vimos, quedó un delgado, finísimo, invisible hilo uniéndonos... un hilo que nada puede cortar, un hilo que atraviesa paredes, muros, montañas... un hilo indestructible que no soltaste, que no solté, y que al fin volvió a reunirnos para que la historia termine su retrato, tal vez poniendo un poco menos de tonalidad en la paleta, o distintos colores y brillos, pero retornando a los mismos protagonistas.
-P.B.
-P.B.
2 comments:
Para ustedes!!!
Bienvenida al club electrónico de los adictos a encuerarse para después lavar la ropa sucia en público.
Te quiero.
Ya estás en mis links.
Besos.
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