Formicidae

Para la experta

Hace muchos años estuve tumbada en el piso observando el movimiento de centenares de hormigas transportando granitos de azúcar a sus espaldas. Me quedó clarísima la razón por la cual mis maestras de la escuela nos decían “parecen hormiguitas” cuando el grupo de alumnos trabajábamos en orden.
Fue tal descubrimiento, que mi pequeño gran mundo se convirtió en el reino de aquellas hormigas, incluso mi cuerpo. Yo estaba convencida de tener miles de millones micro-seres que hacían posible el buen funcionamiento de mis órganos. Recuerdo haber imaginado grupos infinitos de hormigas transportando cada gota de mi sangre, otros miles organizando ideas en mi cerebro y millones más haciéndose cargo de mi digestión. Yo pensaba que al momento de comer algo, el grupo encargado de la garganta tomaba el bocado y bajaba hasta el estómago. Luego el equipo local se haría cargo del bolo alimenticio y otros en tomar aquello que nutriría al resto de mi cuerpo...
En algún punto, la ciencia dio una explicación adulta a mi imaginación y la comunidad hormiga retiró sus tropas al cuartel de la memoria. Pensé que había resignado todo en ese momento, hace veintitantos años, pero ayer por la noche sentí "mariposas en el estómago".

Yo sé que son mis hormigas.

Han vuelto y quieren volar.