July 9, 2009

Hermanita:


Bien decía mi mamá que tú y yo debíamos cuidarnos y respetarnos siempre, que si quedábamos solas en algún punto de la vida solamente estaríamos las dos para enfrentar el mundo. Nos repitió lo mismo miles de veces y aunque ahora le hagamos burla, creo que la enseñanza y el amor que tuvimos en casa ha sido la pieza clave para que tú y yo veamos al tiempo como una esperanza para el reencuentro y no como el culpable de nuestro olvido.
Hay días como hoy que pienso en tí y se llenan mis ojos de lágrimas. Es inevitable: te extraño. Y aunque conozco el lugar donde vives y conozco tu mundo, no dejo de preguntarme cómo serían nuestras vidas y nuestra relación si estuviéramos en el mismo lugar. No es un reclamo, bien lo sabes. Es una de esas preguntas que vienen a la mente y que quizás la búsqueda de respuestas es precisamente lo que nos acerca más en espíritu.
Te imagino, te recuerdo, te siento, te intuyo. ¿Qué haría yo sin tí? ¿Con quién reiría hasta el cansancio? ¿Quién criticaría mis mañas, los gestos de familia? ¿A quién acudiría en momentos de tensión o cómo haría para sentirme completa sin tí? Eres mi persona favorita y aunque no te gusten los festejos desde acá te envío fanfarrias, mucha pirotecnia y mis mejores deseos para que tu inicio de año y todos los días que sigan estén llenos de abundancia.

Te quiero con toda mi alma.
Feliz cumpleaños.

Gabs

1 comment:

Joy said...

Mi madre siempre dice lo mismo... que el día en que mueran los padres, lo único que nos va a quedar son los hermanos. Y tienen razón... aunque a veces yo pienso que soy adoptada jejeje.

Saludos!