March 11, 2009

Poema XVII

Para la joya que hoy llegó a mis manos


Hay algo muy sutil y muy hondo en volverse a mirar el camino andado...

El camino en donde, sin dejar huella, se dejó la vida entera.



Dulce María Loynaz

2 comments:

von Eisberg said...

Es verdad, creo yo, que las huellas no quedan en el camino. Pero si alguien ha caminado a nuestro lado, al menos puede haber un testimonio de nuestra travesía. Y eso no es poca cosa.
Saludos afectuosos.

Ceteris Paribus said...

von E: testimonio o testigo de vida. De eso se componen los caminos.

Es un honor tenerla de visita por acá.