December 11, 2009
Nieve
October 5, 2009
Mi manita
Al final de todo esto descubro que me quedé con dos manos derechas: la física y la emocional. No tengo mejor aliado ni mejor compañía como mi sombra. Estoy empezando un nuevo proyecto laboral y profesional lleno de retos en varios sentidos. En primer lugar, un negocio nunca antes explorado; el segundo -y más cabròn- la paradójica (o parajódica) libertad de no tener jefe detrás mío. Soy independiente en términos de tiempo y de generación económica, pero al mismo tiempo soy presa de mi exigencia para aquellos objetivos que deseo cumplir. Empiezo este mes de octubre y el último trimestre del año organizando mi lugar de trabajo (le digo home office para que suene más pro), acomodando el escritorio y regalándome un sitio inspirador para todo aquello que venga después. Sé que debo ejercitar el músculo de la paciencia mientras me adapto al nuevo ritmo y que -de inicio- me daré uno que otro tropezón. Sin embargo, tengo bien puesta la mano derecha (la física y la emocional) así que nada, absolutamente nada, puede salir mal.
September 14, 2009
A-Eme-O-Erre
Primero mi gesto de incertidumbre, luego un nudo en la garganta. La cadena de sucesos entre mi esternón y la conciencia de mis emociones se acumularon detrás de mi cabeza, bajo las uñas, entre las piernas. Fue entonces que entendí todo. Entendí eso que tantas veces trataron de explicarme, entendí el lenguaje que no se escribe ni se dice, pero que cada sentido logra traducir en pequeños espacios de eternidad. Me desprendí entre los límites de mi uno sesenta y tres y volví a esa mirada fija para comprenderlo todo: el amor me había invadido.
August 14, 2009
Cuenta regresiva
Con él vienen de la manita el de mi mamá y el de mi amorcito.
Todo el mismo día. Junto con pegado.
Con trescientos sesenta y cinco días para elegir, las tres festejamos en las mismas veinticuatro horas. Me gusta pensar que es casualidad, que al universo también le sorprede tanta coincidencia.
Y cada año, ya bien entradito en días el mes de agosto, yo me lleno de energía con matices de reflexión. Suelo mirar en retrospectiva aquellos acontecimientos importantes, audito mis laberintos internos y hago mi cierre fiscal ante el espejo. Una amiga decía que este proceso es similar al de Rosh Hashaná ya que a partir de esta fecha defino de alguna manera aquello que deseo conseguir el próximo y recapacito sobre el aprendizaje del año que empieza a terminar. Esto me toma varios días dada la importancia y se vuelve un trabajo interno a veces difícil pues los sentimientos afloran sin control, me envuelve la vulnerabilidad típica de fin de año y no logro poner en palabras todas las emociones como me gustaría. Sin embargo, el resultado de este análisis es siempre positivo, propositivo.
Me aventuro a decir que con los años incrementa la intensidad de mis días aunque sé perfectamente que esto yo lo he provocado a mi ritmo de introspección y con el esfuerzo al no detenerme ante los demonios que aparecen por las noches pidiéndome que tire la toalla, que ser tan conciente de mi realidad es mucha responsabilidad. Me esforcé tanto que las voces de exigencia dejaron de gritar y el miedo ante lo desconocido me ocupó la mente varios meses hasta que mi equilibrio emocional salió a flote. Dejé atrás el deber ser, dejé atrás aquello que yo sería con el paso de los años y dejé atrás mis prejuicios. El duelo ante mi cambio de piel trajo consigo días de soledad, días de incomprensión, días de preguntas que no me atrevía a contestar, días de replanteamientos constantes. Y luché contra estas capas que no me permitían verme completa hasta que las piezas empezaron a acomodarse... El proyecto de independencia se construyó; empecé a llenarlo con un refrigerador, cuatro sillas, una cama y mi ropa. Luego vinieron los regalos, visitas y ahora es un hogar, mi hogar. Mientras tanto, el proyecto personal encontró la voz de mi congruencia y reafirmación. Yo pedía amor, lo pedí con todas mis fuerzas. Me comprometí en buscarlo, encontrarlo y cuidarlo. Lo encontré una vez que perdí el miedo a que viniera vestido de mujer... Y así fue como llegó. Así es como lo vivo todos los días. Así es como me siento en plenitud.
Casi trescientos sesenta y cinco días de trabajo personal, de revolución.
Estoy orgullosa del camino.
July 31, 2009
Bibija y yo
Sin embargo, con el paso del tiempo hay objetos cuyas formas, colores y esencia se apegan tanto a nuestro carácter que resulta difícil no generar sentimientos hacia ellos y cuando llega la hora de hacer limpieza es inevitable el sentimiento de melancolía. Las cosas van y vienen, la materia no se de crea ni se destruye, pero el hecho de catalogar esas cositas u objetos como basura o deshecho es terrible. Tal vez por eso odiaba cuando mi mamá nos entretenía cada verano revisando nuestro clóset con el fin de hacer espacio y deshacernos de ropa que ya no nos quedara. Me acuerdo perfecto que sentía muy feo meter suéteres o blusas en bolsas sabiendo que ya no entrarían más en mi clóset, que ya no me acompañarían a la escuela o de vacaciones. Este apego a las cosas tuvo su clímax con la Bibija. Cuando nací mi abuelita me regaló una cobija tejida a mano y desde ese día no la solté (literal). La guardaba debajo de mi almohada, cuando llegaba la hora de dormir la hacía bolita y me dormía con ella entre los brazos; nos íbamos de vacaciones si éstas duraban más de cuatro días y bajo esta dinámica pasaron largas primaveras, veranos y años. La Bibija se convirtió en integrante de la familia y fue objeto de burla, bromas (la escondían para ver qué hacía sin ella) y risas pues el estambre empezó a sentir los estragos del tiempo. Empezó a perder hilos, al tender la cama encontraba en pedacitos de ella y para no tirarlos se los regalaba a mi mamá... Hice todo por conservarla; me resistí a perderla de todas las maneras posibles hasta que se me ocurrió contarle a mi terapeuta (a los 23 años) la maravillosa historia de la honorable Bibija. Sobra decir que de la Bibija salieron varios trapitos al sol y eventualmente dejé de buscarla debajo de mi almohada. No fue tan sencillo, me tomé el tiempo necesario para desprenderme y como no sabía donde guardarla ni tenía a quién heredarla, la dejé en una cajita de cartón.
Cuando hice la mudanza a mi hogar no supe qué hacer con ella: dejarla en casa de mis papás donde crecí o llevarla conmigo. La dejé en su cajita, en el clóset, junto con otras cosas.
Recientemente estuve en casa de mis papás haciendo limpieza de esas cosas que dejé atrás. Encontré cassettes, libros de la universidad, apuntes, cuadernos con mis primeros textos (nada malos, por cierto) y la Bibija. La abracé, la olí, me enjugué las lágrimas con ella. Es mi objeto favorito, parte de la historia que traigo bajo el brazo. La traje conmigo a casa y le hice un huequito en el clóset.
Ella entra y yo salgo.
July 15, 2009
Agarra la quinta de la ciento sesenta y uno
He aquí los resultados de abrir cada uno en la página 161 y transcribir la quinta frase:
"I love all the other chants and hymns of this Yogic tradition, but the Gurugita feels long, tedious, sonorous and insufferable."
Elizabeth Gilbert, Eat Pray Love, Penguin Books, New York, 2007.
"Otros, en menor número, tienen aventuras durante períodos 'de escape' y luego se reconcilian con su pareja."
Shere Hite, El orgasmo femenino, Zeta, Barcelona, 2008.
"El salón estaba a reventar, gentes de diferentes tipos y estilo, había 'de chile, de dulce y de manteca', sentados, parados, sentados en las sillas, arriba de las mesas, recargados en las ventanas, diferentes en mucho, pero iguales en ALGO: Avidos de escuchar al MAESTRO"
Fulana de Tal, Anecdotario de una vida inútil... pero divertida, México D.F., 1976.
(Híjole, como que ando muy girlie últimamente... ¿Por qué será?)
July 13, 2009
Million dollar baby
Suelo tener episodios de estrés, marañas en la cabeza, ansiedad, histeria por la desorganización y un sinnúmero de actitudes que atacan a una buena virgo como yo. Y es terrible. Me convierto en el ser más odioso del mundo.
Y hoy sucedió.
Me desperté a buena hora, pero no quise bajar los pies de la cama porque estaba enojada por razones que aún desconozco. Desperté con ganas de pelea:
Me pelee con el cereal porque se terminó.
Me pelee con el garrafón de agua del refrigerador porque apenas me alcanzó para rellenar mi botella dos veces y yo quería TRES o más.
Me pelee con la conexión a internet porque me sacó del messenger en varias ocasiones.
Me pelee con el clima porque primero hizo mucho calor y después aparecieron las nuebes negras. Esto significa que tuve que cambiar de outfit dos veces.
Me pelee con la mala memoria. Fui al banco y al llegar a la ventanilla recordé que no tenía el número de cuenta donde debía depositar (odié la cara de idiota que puse).
Me pelee con el teléfono. El técnico de Telmex me hizo casi diez llamadas de prueba para comprobar que el funcionamiento fuera el adecuado. Lo sé: él cumplió con su trabajo y debería estar agradecida, pero hoy odié levantarme a contestar esas llamadas y odié la decisión de no haber comprado un teléfono inalámbrico.
Me pelee yo sola con mi desorganización: se pasan los días y yo sigo haciendo planes que no he cumplido. Me peleo con mi gran defecto de sólo preocuparme en vez de ocuparme.
Me pelee con mi ataque de no-sé-qué-me-pasa-pero-por-favor-que-ya-se-me-quite.
Me pelee con mi falta de ternura. Mi amorcito me llamó y me dijo cosas super lindas (entre otras cosas) y yo no me conmoví como suelo hacerlo y sé que no es justo.
Me pelee con mi propia pelea y siempre me sucede así.
Llega un momento en que debo explotar, pelearme con todo, parlotear, decir todo aquello que siento y pienso, enojarme, mentar madres... Posteriormente llega la calma y transformo el ring de pelea en una cama llena de almohadas para descansar. Una virgo como yo necesita pasar por este trance para reencontrarse consigo misma aunque lo odie y aunque no sea la actitud más madura. Así soy, así me acepto y así sé que la tormenta empieza a terminar. Eso me tranquiliza así como trabajar bajo presión por muy incongruente que suene. Mi solución es llenar los días de actividad productiva sin importar tanto la remuneración porque ahora necesito mover energía estancada de esta mente terrible que me causa muchos dolores de cabeza.
Siendo las siete de la noche encuentro mi centro otra vez.
Fueron casi doce horas de pelea.
Estoy agotada.
July 9, 2009
Hermanita:
Hay días como hoy que pienso en tí y se llenan mis ojos de lágrimas. Es inevitable: te extraño. Y aunque conozco el lugar donde vives y conozco tu mundo, no dejo de preguntarme cómo serían nuestras vidas y nuestra relación si estuviéramos en el mismo lugar. No es un reclamo, bien lo sabes. Es una de esas preguntas que vienen a la mente y que quizás la búsqueda de respuestas es precisamente lo que nos acerca más en espíritu.
Te imagino, te recuerdo, te siento, te intuyo. ¿Qué haría yo sin tí? ¿Con quién reiría hasta el cansancio? ¿Quién criticaría mis mañas, los gestos de familia? ¿A quién acudiría en momentos de tensión o cómo haría para sentirme completa sin tí? Eres mi persona favorita y aunque no te gusten los festejos desde acá te envío fanfarrias, mucha pirotecnia y mis mejores deseos para que tu inicio de año y todos los días que sigan estén llenos de abundancia.
Te quiero con toda mi alma.
Feliz cumpleaños.
Gabs
July 8, 2009
Y fui rebelde
Así me la llevé, leyendo apenas lo necesario. Pasaron los años y en preparatoria el maestro de literatura me odiaba, pero a mí me encantaba cuando sacaba algún libro y leía en voz alta... Su voz era grave, profunda, pausada, sexy... Pero ni eso logró que se me fuera la rebeldía: entre más me insistían, menos me acercaba a los libros hasta que llegó aquél invierno en aquél país.
Mi primera adquisición fue Anna Karenina y quedé enamorada. Le siguieron El Perfume y varias novelas más. El mueble que tenía en mi recámara lo fui llenando con libros, libritos y librotes... Cuando mis padres llegaron a visitarme se asombraron: su hijita leía al fin y desde ese crudo invierno no he perdido la costumbre. Han pasado nueve años desde mi encuentro con las letras y sé que no lo dejaré nunca. Cuando voy al manicure y/o pedicure las señoras me echan miradas raras cuando rechazo las revistas de chismes del espectáculo y saco de la bolsa mi libro en turno. Y sí, me siento orgullosa de haber invertido en un buen librero para mi casa en vez de una televisión. Recién invité a unos amigos a casa y con cara de susto me preguntaron "¿y la tele?" Para muchos es increíble y creo que para mí también. Sé que siempre faltarán libros por leer y que quizás no llegue al nivel de los finlandeses de leer 17 libros por año, pero al menos he sustituido la rebeldía con el placer.
Bien hecho.
June 26, 2009
Sin título, sin rutina
Desperté con las ganas escondidas bajo las uñas. Esperé el primer mensaje del día para incorporarme. En el radio la misma noticia: Michael Jackson muere a los 50 años, el mundo del entretenimiento le llora al rey del pop. Luego de escuchar Thriller varias veces y bailar por la cocina con mi sandwich recién hecho, decido que es hora de un baño. Las ganas necesitan jabón, exfoliante y no pensar mucho. Medio día y yo no termino de empezar. Me recomiendan salir a la calle así que montada en bici cruzo Reforma; esquivo varios taxis por Sevilla y en Av. Chapultepec el chofer de un microbús me grita un piropo que prefiero responder pintándole un dedo; la voz no me da para articular un merecido pinche guey hijo de puta.
June 23, 2009
June 15, 2009
June 8, 2009
Aeropuerto I
May 27, 2009
Galardón
Dice mi hermana que cuando algo me gusta mucho o me sorprendo suelo abrir más los ojos y creo que esta vez se me pusieron tan grandes como los de Candy-Candy porque Miss Fiamma me ha nominado, oh si!! Es la primera vez que recibo este tipo de halagos públicos y, bueno, sobran palabras para decir que me enorgullece y que -además- la idea me sonroja todavía.
Antes de continuar, debo compartir el instructivo que los afortunados deberán seguir.
¿Ya tienen lápiz y papel a la mano?
Aquí va:
1. Colocar el logo en el blog.
2. Escoger a 10 blogs que demuestren gran actitud o para los que tienen un gran agradecimiento.
3. Publicar los enlaces de sus nominados.
4. Informarles de que recibieron este premio comentando en sus blogs.
5. Compartir el cariño, publicar el link de este post y la persona de quien se ha recibido este premio
Mis nominados son:
Pensamiento Visible, de Luza: excelente escritora, apasionada, intensa, con una visión única sobre el amor y la vida.
Desdenantes a Nosé, de Caracol: agrónoma desenfadada, mala cocinera, ecologista, salvadora de plantas, una heroína del campo. Siempre con interesantes y cómicas aventuras por compartir.
Slack Photography, de ídem: artista, cualquier cámara desearía estar entre sus manos.
El trópico de Mus, de Mus: sui generis, viajero, amante de las palabras y curvas femeninas.
Nevera de Soltera, de ídem: pequeñas anécdotas siempre con toque humorísitico.
Mis cajones de adentro, de Miguel Rodriguez: historias y breves relatos, vale la pena leerlo con una buena taza de café.
Talio, de ídem: leerlo es sentir que viajas al pasado, al menos eso me pasa siempre.
De aeropuertos y otros duelos, de Lucía Malvido: cada post es una interesante propuesta de viaje.
Una bitácora de cuadritos, de Martín: adoro sus historietas, es un entretenido blog que tiene todo excepto mentalidad de cuadro.
Escrito por el fuego, de Jorge Ampuero: buenas recomendaciones y links a otros tantos sitios de poesía.
Anden... Dense una vueltecita por estos sitios.
Hoy
no tendrá más remedio que viajar al pasado"
Ray Loriga
Es curioso que entre más cosas me suceden, menos escribo. Es, tal vez, una llamada de la vida para decirme que debo disfrutar y no pensar tanto como suelo hacerlo. Y en parte tiene razón. Muchos años he pasado planeando mi vida y siguiendo una línea que, honestamente, no sé cuándo la tracé ni para qué. Creo que la inercia de los años pasados envolvió mi mundo con deberes que adopté como propios hasta que un buen día me pregunté si realmente era eso lo que yo deseaba y no fue así. Entonces me fui al pasado, a buscar entre escombros algunas piezas o herramientas para la construcción del nuevo presente que me embriaga los ojos de oportunidades, pero que también matiza los días de incertidumbre. Aquellas cajas en el ático de mi memoria no estaban tan ordenadas como yo pensaba e incluso me atrevo a decir que estaban en total desorganización. Sin embargo, el caos que encontré resultó más alentador que incómodo porque me dejé sorprender. Suena trillado, lo sé, pero para mí fue toda una revelación y parte de mi rebeldía no saber qué hacer con mi vida en términos profesionales ni tener claro hacia dónde debía seguir. Aquella línea trazada se la tragó la tierra con todo y sus letreros de “usted está aquí” porque así lo decidió la causalidad de la vida. Mirando atrás, creo que aquél trabajo que tantas pesadillas me causó fue en realidad un detonador para que el caos regresara a su estado natural dentro de mí. Este viaje emocional hacia atrás también me movió físicamente a lugares conocidos de tiempos anteriores: al verde primaveral de parques, árboles y montañas donde el sol se oculta hasta tarde y donde las leyes a veces me parecen absurdas. Este lugar me reencuentra conmigo y me dice que tanto orden me hace mal. Por eso mi único plan del día es tomar un baño, estrenar vestido y salir a la calle… Tengo la certeza que algo bueno sucederá.
May 13, 2009
Schwieberdingen
No tiene grandes avenidas
No tiene museos
No está bien comunicado
No aparece en el mapa...
Y yo vuelvo
Una, dos y tres veces
Vuelvo a los olores
Vuelvo a los recuerdos
Vuelvo al corazón de quienes fuimos
Vuelvo a mis árboles de otoño
Vuelvo a mis sabores favoritos
Iré por quien fui
Regresaré por quien soy
May 7, 2009
Antes de dormir
Tal vez deba inventar un diccionario, un lenguaje nuevo que despierte a la realidad este corazón que late por ti a cada minuto. Quizá deba hacer música de tu piel o encontrar la forma para tocar tu pensamiento, estrujarlo y comérmelo a mordidas. Tal vez sea mejor dibujar en el mapa de mi cuerpo nuevos espacios para que recargues tu cabeza y escuches la sinfonía de mis órganos que viven de ti, por ti y siempre para ti.
May 5, 2009
De plenitud
No sólo renuncié al trabajo, también renuncié a la injusticia, renuncié a la paranoia, renuncié a un sistema que no me hacía pensar, renuncié a sentirme sometida, renuncié a ser observada bajo la lupa, renuncié a los intentos inútiles de poner en evidencia mi desempeño profesional, renuncié a la falta de ética, renuncié a un sueldo que pagaba todo excepto un sueño tranquilo, renuncié a la tensión emocional, renuncié a quedarme callada, renuncié a despertar de mal humor, renuncié a no sentirme útil, renuncié a pensar de forma cuadrada, renuncié a la inercia de tener un trabajo ‘estable’, renuncié a no ser escuchada…
Y sí, ahora me he auto-contratado para iniciar desde cero. He aprendido mucho más de lo que pensaba a pesar de la reciente experiencia. Mi aspecto profesional quizás no tuvo el desarrollo que yo esperaba; sin embargo, la tolerancia y paciencia durante los últimos meses me dieron la oportunidad de abrir los ojos hacia mi interior. Encontré mayor orden entre el caos porque dejé de juzgarme, dejé de medirme con respecto a los demás. Sólo observando hacia dentro y regresándole al mundo esta mirada honesta pude lograr la congruencia que hoy me tiene tranquila (y enamorada) en el mundo que tengo bajo los pies.
April 6, 2009
A quien (ahora) corresponde:
Fue una hermosa tarde de viernes. Nos estábamos esperando desde tiempo atrás, incluso antes de saberlo concientemente. En ese momento tuve la certeza que no debía correr hacia ningún otro lado y que el destino finalmente me había regalado una oportunidad, la oportunidad de mi vida. No hubo necesidad de ponerlo en palabras pues las miradas dijeron todo, sentí mi corazón latir con la intensidad de una nostalgia pasada; de pronto sus manos tomaron las mías y supe que la búsqueda había terminado... Sí, esa tarde de viernes encontré el amor.
March 18, 2009
Escape
Tú que respondes al silencio haciendo giros por donde pisas
Tú que permites la ironía entre dientes
Tú que miras donde otros nunca hemos sido
Tú que mueves las manos en el sentido correcto
Tú que provocas mi búsqueda
Y yo quien te observa y te piensa
March 12, 2009
I
respiras de mí entre las manos
que no te llevan hacia ningún lado
desconocido
Abrazas con los ojos,
hablas con el silencio de tu piel
que reconoce mis alas
desiertas
Sientes a través de la sombra
que toca la luz de mi cabello
y besa tu mirada
desarmada
March 11, 2009
Poema XVII
Hay algo muy sutil y muy hondo en volverse a mirar el camino andado...
El camino en donde, sin dejar huella, se dejó la vida entera.
Dulce María Loynaz
March 2, 2009
Marzo
Con clima peculiar se asoma un marzo entre planteamientos profesionales y personales los cuales aún no termino de desenmascarar. Tal vez quien empieza a quitarse la máscara sea yo ante el reflejo de mi pasado y me descubro a través de las tormentas, caminando en la calle con un ramo de flores, cocinando a media noche o simplemente escuchando el silencio de mi piel que cae al piso formando espirales. No ha sido fácil recorrer el mapa que me trae hasta aquí ni será menos intenso continuar el camino hacia el lugar donde dejando de ser me sorprenda siendo más yo.
Inicia marzo y con él mi primavera.
February 22, 2009
Sin metástasis
February 21, 2009
Yo no me encuentro a mí mismo cuando más me busco. Me encuentro por sorpresa cuando menos lo espero.Michel Eyquem de Montaigne (1533-1592)
February 15, 2009
Pase de abordar
February 9, 2009
A quien corresponda:
Cuando mi amor tenga destinatario.
February 8, 2009
¿?
February 5, 2009
De noche
Por eso abrazo el tiempo con la sábana de voces que susurran por los pies y suben por mi espalda desnuda de prejuicios.
January 27, 2009
En estado de alerta
Mi jefa (a quien nombraremos pinche vieja) tiene la idea que el liderazgo debe ir acompañado de amenazas, terror y paranoia para funcionar y, con esto, lograr los objetivos impuestos para el departamento. En un principio yo pensaba que la del problema era yo porque nadie parecía darse cuenta de los malos tratos hacia proveedores u otras personas ajenas al departamento. Sin embargo, un día que me sermoneó sobre mi ruda forma de contestar emails por no poner "buen día" me atreví a comentarlo con mis compañeras de trabajo y de esta manera iniciaron las conversaciones a la hora de la comida sobre el trato déspota y las ridículas tareas que nos dejaba día con día porque, al final, debíamos re-trabajar porque 'no supo expresarse bien'.
En diciembre una de mis compañeras reunció por motivos personales. Más allá del giro que dará su vida sentimental, una de sus razones principales para tomar la decisión fue por la pinche vieja que la presionaba con cualquier cantidad de trabajo posible. Recuerdo que alguna vez le ofrecí ayuda con unos reportes y la pinche vieja me pidió que no me metiera porque no era mi responsabilidad. En otro lugar esto hubiera sido reconocido como "trabajo en equipo", pero no sucedió así, al contrario.
El asunto acá es que a finales del año pasado se desató lo peor. Uno de mis objetivos establecidos fue lograr que la empresa que nos brinda el personal en campo administrara varias regiones del país (cosa que antes debía hacer yo sola) siguiendo los lineamientos de la empresa que yo represento. En pocas palabras: hacernos socios de negocio. Me ilusionó esta parte ya que me encanta colaborar con la gente, establecer objetivos, trabajar en equipo y -obviamente- entregar resultados. Mi estilo de trabajo siempre se ha basado en el mutuo respeto y comunicación abierta. Siento que faltando uno de estos dos puntos los resultados empiezan a decaer y las sinergias mueren así que con estas personas (a quienes llamaremos los chingones) empecé a elaborar un plan estratégico. En nuestras primeras reuniones semanales me dediqué a conocer el funcionamiento interno de la empresa: organigrama, ubicación, antecedentes con otros clientes, sistemas y demás. Entre conversaciones les dejé en claro los objetivos a cumplir y pedí aportación de ideas para alcanzarlos rápidamente... La colaboración y entrega al trabajo de los chingones me dejó asombrada. Sin embargo, la pinche vieja empezó a exigir resultados en siete días y que los chingones entendieran nuestros procesos internos al primer contacto. Yo levanté la mano y pedí más tiempo, pero la respuesta fue tajante: "si empiezan con mentalidad mediocre desde ahora seguramente van a tronar... sobran empresas allá afuera que mueren por llevar nuestra cuenta" Yo me pregunto: ¿es mediocre cruzar por una curva de aprendizaje? y también me cuestiono ¿Cómo podemos exigir resultados a un proveedor que apenas empieza a colaborar 'de lleno' con nosotros?
Pocos días después estuve en las oficinas de los chingones haciendo una capacitación al personal y antes de irme llegó la directora de cuenta hecha un manojo de nervios. Venía de una junta con la pinche vieja quien no dejó de ningunearla por el mediocre trabajo realizado en una semana, la agredió profesionalmente por no llevar un archivo en excel como ella había solicitado, no quiso escuchar sus dudas y le tronó los dedos argumentando que no tenía tiempo de habladurías y que sólo quería ver lo 'importante'. Sobra decir que el hígado se me hizo añicos cuando me enteré que la pinche vieja habló a mis espaldas y se quejó del pésimo trabajo que yo estaba haciendo con ellos.
Regresé a la oficina con el coraje atravesado y se re-atravesó cuando me dijo que el proyecto estaba en peligro por la falta de habilidades de los chingones. Fue un viernes y los siguientes dos días la pasé fatal, entré en crisis. Me pareció injusto el mal trato hacia estas personas y mi trabajo de todos los días; me sentí agredida personal y profesionalmente con los insultos disfrazados de tanto tiempo que dejé pasar de largo. Entendí las razones por las cuales cinco personas antes de mí renunciaron a esta posición que ha estado bajo el mando de la pinche vieja. Comprendí que la paranoia que yo sentía todos los días cobraba mayor sentido y que ciertos comentarios de la pinche vieja en realidad eran amenazas para sembrarme miedo de perder un trabajo, un salario necesario para vivir. Estuve a punto de renunciar, lo acepto. Sin embargo, no me dejé vencer como el resto y tomé la decisión de abrir la boca.
Hoy estalló la bomba. Fui con recursos humanos a expresar mi sentir, dije abiertamente que no estoy de acuerdo con la dictadura de la pinche vieja porque no se alinea a la cultura de la empresa que tanto presume, dije también que me siento agredida y observada constantemente, confesé que todos los días me cuesta trabajo despertar para ir al trabajo y que la tensión que vivo todos los días está llegando al límite. Pedí mi cambio de posición a otra área o departamento lo antes posible y, quizás lo más importante, me mostré dispuesta a hablar con los ejecutivos de mayor rango si eso ayuda a que la pesadilla termine.
Estoy agotada, harta de no entender los porqués de esta situación. Diariamente busco señales que me indiquen la enseñanza de todo esto y me estoy llenando de amuletos para alejar las malas vibras de la pinche vieja. No sé cuánto tiempo deba pasar o aguantar hasta lograr mi cambio de posición o de empresa (am working on that too) y tampoco sé si estoy dispuesta a continuar con el desgaste emocional.
Me repito que soy más fuerte que esto y que la pinche vieja es un ejemplo a NO seguir jamás. Me repito constantemente que la del verdadero problema es ella y que yo debo manterme al margen de la situación. Me alucino repitiéndome que esto pronto pasará, pero también me pregunto: ¿Por qué? ¿Para qué?
January 25, 2009
Duffy - Warwick Avenue
When I get to Warwick Avenue
Meet me by the entrance of the tube
We can talk things over a little time
Promise me you wont step out of line
When I get to Warwick Avenue
Please drop the past and be true
Don't think we're okay
Just because I'm here
You hurt me bad but I won't shed a tear
I'm leaving you for the last time baby
You think you're loving
But you don't love me
I've been confused
Outta my mind lately
You think you're loving
But I want to be free
Baby you’ve hurt me
When I get to Warwick Avenue
We'll spend an hour but no more than two
Our only chance to speak once more
I showed you the answers, now here's the door
When I get to Warwick Avenue
I'll tell you baby that we're through
'Cause I'm leaving you for the last time baby
You think you're loving
But you don't love me
I've been confused
And outta my mind lately
You think you're loving
But you don't love me
I want to be free
Baby you've hurt me
All the days spent together
I wish for better
But I didn't want the train to come
Now it's departed, I'm broken hearted
Seems like we never started
All those days spent together
When I wished for better
And I didn't want the train to come
No, no
You think you're loving
But you don't love me
I want to be free
Baby you've hurt me
You don't love me
I want to be free
Baby you've hurt me
January 18, 2009
La fe de mi ceguera (uno)
En un inicio yo me emocionaba por ella cuando nos contaba entre clases que tendría otra cita a ciegas. Con el tiempo y los chascos que se llevó –como el patán que le escupió a un mesero por haber derramado una copa de vino por accidente- pensé que las blind-dates eran mera creación hollywoodense. Me decepcioné junto con ella antes de haber tenido mi primer encuentro de película y justo cuando menos me acordaba de aquellas anécdotas llegó mi primera vez.
El cupido fue la fisioterapeuta que me atendió después de cirugía. Entre plática informal mientras hacía ejercicios con una pelota de goma preguntó mis gustos por el sexo masculino. No terminaba de enumerar características cuando dijo sonriente “te voy a presentar al joven que viene los martes por la tarde; te agradará y estoy segura que se llevarán muy bien… Es buen tipo” Y si lo fue, lo es. Del primer encuentro surgió una salida al cine, un café, una cena. Lo nuestro no trascendió. Tal vez por circunstancias ajenas al corazón o tal vez la chispa no fue lo suficientemente fuerte. No lo sé. De lo único que estoy segura es que la primera vez me regresó la fe en Hollywood y una gran duda: ¿Se considera también cita a ciegas cuando –finalmente- surge el encuentro con quien pasaste largas horas sentada frente al monitor? De ser así, ¿estamos entrando en la nueva era del blind-date?
January 10, 2009
The Couch
Entre Ríos
Después de tanta lucha me encuentro con la música llenando cada espacio de esta casa, mi casa. Aventé los tacones y cuando salía de la recámara me regresé en automático: los puse en su lugar. Me empiezan a importar los detalles externos como el ruido de la calle y la hora en que pasa el camión de la basura. Me importa si hoy encontré polvo sobre la cafetera y si la música molestará a los vecinos. Las cosas que importan de pronto texturizan mi mente cansada de dar vueltas como durazno de temporada. Estoy en mi mejor momento y me reclamo que siempre corro apresurada aunque el mundo a veces se detenga; cruzo los días pensando en el siguiente, pero cuando miro en retrospectiva ciertas sensaciones han dejado un fósil debajo de mis tacones aventados. Empiezo a sentir la melancolía entre sorbos de té, siento que no me importa a estas alturas si las palabras tienen congruencia y si este corazón tranquilo encontrará el valor para confesar la incógnita que mi boca no sabe cómo decir. Son ideas acomodándose por mi espalda baja, nociones del futuro solamente mientras la vida renueva su curso por los ríos que coinciden a mi alrededor.
January 8, 2009
Estoy, pero no soy
Hace unas semanas llegó a mi lugar de trabajo un tipo a comentarme un asunto laboral que no lograba entender ni relacionar con mis actividades/responsabilidades. Lo dejé parlotear (se veía muy desesperado) y al cabo de unos minutos le dije:
Fulano de Tal: Pues me mandaron contigo... eres Gabriela, cierto?
CP: Si, soy Gabriela. A mí se me hace que te confundiste de Gabriela porque habemos varias aquí y todas en diferente departamento.
FdT: Pero tú debes ser Gabriela Bustos, no?
Bajé la mirada hacia mi escote y le dije aún sonrojada:
CP: Estoy, pero no soy la persona que estás buscando. La Gabriela que buscas tiene su oficina al fondo del pasillo.
Hace un rato llegó Mengano a pregunatar otras cosas pensando -también- que yo debía ser Gabriela Bustos. Lo saqué del error rápidamente y no hubo mayor problema. Me sonrojé igual o peor que la vez pasada, pero creo que Mengano se avergonzó más al escuchar las risas de mis compañeros de trabajo.
Imaginen ahora la burla que me hacen.
A estas alturas creo que lo más sano es tomar la bella confusión como un cumplido.